Se que hay cosas que nunca lograre. No porque no pueda, es más bien que que no quiero. Tengo la certeza de que saber demasiado es lo más parecido a no saber nada Por todo ello nunca le pediría al viento que no acaricie mi rostro, como no le puedo pedir al recuerdo que no bese tu nombre. No puedo pedirle a las palabras que no busquen su suicidio en el blanco de una pagina cualquiera, como no puedo quitarme las piedras que lastran el alma día a día. Por todo ello ando siempre en el filo de una tristeza que es siempre demasiado parecida a la alegria. Demasiado parecida a tí. Siempre intento borrar huellas logrando, tan solo, parir cicatrices que ninguna marea va a llevarse. Como si estuviera loco de atar.
Se donde estan mis limitaciones y todas ellas se definen entre las líneas de tu sonrisa.
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